La caries es un proceso degenerativo de los dientes que comporta la destrucción progresiva del tejido duro de los mismos hasta atacar toda la pieza.
El detonante de este proceso es una bacteria llamada Streptococcus mutans, aunque no actúa sola. Para que pueda desarrollar la enfermedad, necesita un medio ácido. La acumulación en la parte más superficial de los dientes de residuos de alimentos (placa bacteriana), especialmente de azúcares simples, es el medio ideal, ya que debilita el esmalte, favoreciendo su proliferación.
Esta bacteria ataca progresivamente el esmalte hasta formar pequeñas cavidades en su superficie que pueden detectarse a simple vista por formar manchas oscuras, aunque la erosión resulta todavía indolora, ya que el esmalte no tiene terminaciones nerviosas. Las bacterias siguen avanzando hasta afectar también a la parte interna del diente (la dentina). En esta fase, aumenta la sensibilidad al tomar alimentos muy fríos o calientes, muy ácidos o dulces, etc. Finalmente, llega hasta la pulpa, la zona donde se encuentran los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas. Es en este punto cuando se empieza a notar el dolor, que puede resultar muy intenso. Otro síntoma habitual es el mal aliento.
Las piezas más afectadas suelen ser las molares, especialmente las que se encuentran más al fondo, ya que son las más difíciles de acceder con el cepillo.
ERES PROPENSO A TENER CARIES?
Más saliva, menos caries. La saliva juega un papel primordial a la hora de proteger los dientes de la caries, ya que, debido a su composición alcalina, actúa como un antiácido natural. Además, tiene acción antibacteriana, favorece la mineralización del diente y facilita la limpieza del mismo, eliminando los restos de comida.
Las personas que secretan una mayor cantidad de saliva tienen un pH más alto (es decir, más alcalino), por lo que son menos propensos a sufrir esta dolencia.
Diabetes, un factor de riesgo. Cuando se sufre esta enfermedad, la saliva tiene un nivel más alto de glucosa, lo que aumenta el riesgo de caries.
El tabaco afecta los dientes. Fumar aumenta las posibilidades de sufrir numerosos problemas dentales y orales, caries incluida. También se ha observado una mayor incidencia de esta patología en niños expuestos al humo ajeno.
CÓMO PREVENIR SU APARICIÓN
Aunque hay personas más propensas que otras a sufrir esta dolencia, existen una serie de medidas muy fáciles de aplicar que pueden reducir el riesgo.
Higiene dental
Lavarse los dientes tres veces al día con una pasta dentífrica con flúor es imprescindible. Para eliminar los restos de comida que pueden haberse quedado entre los dientes, debemos utilizar la seda dental, los cepillos interdentales y los enjuagues con soluciones antibacterianas. Es muy importante lavarse los dientes inmediatamente después de comer, ya que el ataque de bacterias tiene lugar durante los diez minutos siguientes a la ingesta. También hay que tener en cuenta que la actividad de las bacterias aumenta considerablemente durante la noche, por lo que el cepillado tras la cena resulta imprescindible.
Cuando existe abundante placa bacteriana, el higienista puede eliminarla.
Dieta
Ya hemos visto que las bacterias se nutren de los restos de alimentos que se quedan en los dientes, especialmente de los azúcares simples. Si somos propensos a sufrir caries deberemos reducir el consumo de azúcar, caramelos, chocolate, bebidas azucaradas, etc. Al mismo tiempo, deberemos aumentar la ingesta de frutas, verduras y cereales integrales ya que, al ser ricos en vitaminas y minerales como el calcio y el flúor, protegen los dientes de esta dolencia.
Revisiones
En sus primeras fases, la caries es indolora. Las manchas oscuras, además, no siempre pueden verse con facilidad. Por todo ello, es conveniente acudir periódicamente al especialista para detectar su presencia.
-Niños. La primera visita al dentista debe hacerse antes de cumplir los 3 años. Los dientes de leche también pueden verse afectados por la caries y su pérdida es más importante de lo que parece, ya que la misión de este primera dentición es hacer sitio a la definitiva. Si hay algún problema, se realizará una visita de seguimiento cada seis meses.
-Adultos. Si no se observa ningún síntoma, es suficiente con acudir al dentista una vez al año.
QUÉ HACER CUANDO APARECE?
Una vez detectada la caries, el especialista aplicará el tratamiento, dependiendo de lo avanzada que esté la dolencia.
Superficial. Si la caries afecta únicamente al esmalte, se dispondrá a remineralizar el diente con aplicaciones de flúor.
Profunda. Cuando ha llegado a la dentina, deberá eliminarse el tejido afectado del diente y, a continuación, obturar la cavidad. Se trata de un proceso que se realiza con anestesia local.
Empastes. El material utilizado dependerá del tipo de pieza. Para los incisivos y los caninos, por ejemplo, se suele utilizar composite dental ya que, al ser dientes que quedan más a la vista, se requiere un resultado más estético. El composite puede estar formado por material inorgánico (cerámica, cuarzo…) o bien orgánico (resina). En el caso de los molares y premolares, aunque también se puede utilizar composite, lo más habitual es utilizar materiales más duros y resistentes, como la amalgama hecha a partir de metales como la plata, el oro o el mercurio.
Recomendamos: Aloe Bright Toothgel, para más información, ingrese aquí: http://foreverpublicidad.blogspot.com/2008/05/forever-bright-toothgel-pasta-dental.html