Fieles a su cita con el invierno, las gripes y los resfriados se preparan para invadirnos un año más. Nuestra mejor arma...la PREVENCIÓN
Las gripes y los resfriados son dos de las enfermedades infecciosas más frecuentes, con síntomas similares, pero causadas por microorganismos diferentes. En ambos casos nos enfrentamos con un enemigo común: los virus.
Partiendo de la base de que no hay tratamiento específico para combatir los virus, nuestro plan de acción debe centrarse en dos frentes: activar las defensas y aliviar los síntomas una vez que éstos aparecen.
ECHINACEA. Refuerza tus defensas.
Sus buenos resultados la han convertido en la planta protectora del sistema inmunitario por excelencia: aumenta las defensas contra los ataques de virus y bacterias, activa la formación de leucocitos y disminuye la duración de los procesos gripales, los resfriados comunes u otro tipo de infecciones respiratorias.
Contiene polisacáridos, que protegen las células de las agresiones víricas, alcamidas, con propiedades antibacterianas y antifúngicas y otros elementos de acción antiinflamatoria.
Su riqueza en polifenoles ayuda a aumentar las defensas y la producción de anticuerpos.
Cuando no es posible frenar el proceso a tiempo, la Echinacea también puede ayudarte a reducir los síntomas y a acortar la duración del proceso.
PRÓPOLIS. Protégete de las infecciones.
Las abejas fueron las primeras en valorar las excelentes propiedades del Própolis. Además de utilizarlo como cimiento para la colmena, se ocupa de mantenerla a salvo de virus, hongos y bacterias.
Sus propiedades, objeto de varios estudios y publicaciones, se basan fundamentalmente en la presencia de flavonoides, compuestos que favorecen las defensas del organismo contra la agresión de virus y bacterias.
Con propiedades antivíricas, antifúngicas, antiparasitarias y antioxidantes, el Própolis es una interesante alternativa para enfrentarse a los efectos de gripes y resfriados.
MEDIDAS EFICACES PARA NO CONTRAER LA GRIPE Y RESFRIADOS.
¡Ponlas en práctica!
--Evita las aglomeraciones en lugares cerrados.
--Cuidado con los ambientes extremos o cambiantes.
Los cambios bruscos de temperatura favorecen la proliferación de virus en el ambiente.
--Aléjate de tus cigarrillos y los ajenos.
Los fumadores tienen más posibilidades de sufrir una infección ya que fumar baja las defensas del aparato respiratorio. También corren más riesgo de enfermar quienes están más próximos a los fumadores, ya que aspiran el humo, incluso de forma pasiva, irrita los tejidos respiratorios, haciéndolos más vulnerables.
--Mantén una buena higiene.
Lávate las manos frecuentemente y en especial después de estar en contacto o saludar a una persona infectada o que quizá lo esté.
--Toma precauciones ante los infectados.
Evita los besos, así como los bocados, y sorbos a un mismo alimento por ser el contacto más directo. Evita compartir las toallas, vajilla y utensilios y no toques sus pañuelos.
--La actividad física regular:
otra barrera clave. Caminar una hora al día, entrenar en el gimnasio dos veces por semana o montar en bicicleta, y en general la práctica de cualquier ejercicio moderado, reduce de manera considerable el riesgo de sufrir este tipo de afecciones. Las personas con una vida físicamente activa, tienen su sistema inmunológico mucho mejor preparado que el resto para defenderse de la cantidad de virus que hay en el ambiente.
--Conoce las formas de contagio.
Para combatir al enemigo hay que conocerlo. Las gotitas de saliva que se expulsan al hablar, toser o estornudar, son la principal causa de contagio.
--Si tus defensas bajan... ¡levanta más la guardia!.
Las posibilidades de contagio y de producir complicaciones que tienen la gripe y el resfriado, son mayores en los niños, que tienen las defensas inmaduras, y en los ancianos, que las tienen debilitadas.
--Ambiente humidificado, virus a raya.
Al mantener tus vías respiratorias húmedas y mantener una temperatura ambiental moderada, evitas que se resequen tus mucosas y reduzcan su capacidad protectora. El vapor que emite el humidificador eléctrico humedece las membranas mucosas en tu nariz y garganta, de modo que los gérmenes son más fácilmente atrapados y expelidos.
--Consume líquidos en abundancia.
La hidratación es el mucolítico más poderoso, es decir, que ayuda a que las secreciones nasales sean más fluidas y “atrapen y barran” a los gérmenes. Bebe entre 1´5 y 2 litros diarios, por medio de infusiones y agua, descarta los refrescos de cola o las bebidas con cafeína, así como el alcohol, que causan deshidratación.
--Si tienes estrés:
relajación y Vitamina C. Trabajo exigente, sobreesfuerzo físico y mental, situaciones conflictivas... Son algunas causas habituales de estrés, que deprime el sistema inmunológico, facilitando el contagio de las infecciones respiratorias. Cualquier técnica de relajación, desde la meditación o el yoga hasta las respiraciones profundas y los estiramientos, ayuda a contrarrestar sus efectos y reforzar la barrera defensiva.
--Dieta Vitamínica.
Mantener una dieta equilibrada es una de las medidas más importantes para conseguir unas defensas inexpugnables. Esto no quiere decir que debatamos comer más, sino hacerlo mejor. Las vitaminas juegan aquí un papel fundamental, especialmente la vitamina C, la vitamina E, vitamina A. También son importantes los minerales como el hierro, el zinc y el selenio.
¿SABES CÓMO DISTINGUIR SI ES GRIPE O RESFRIADO?
Al tratarse de una enfermedad tan común y con unos síntomas tan similares a los de otras infecciones, no siempre resulta fácil identificarla.
Los síntomas de la gripe: dolor de cabeza, fatiga, dolor de huesos y fiebre alta (39 - 40 grados). También puede sufrirse, aunque en menor medida, tos, mucosidad abundante, congestión, etc.
Los síntomas del resfriado: dolor de garganta, de cabeza, congestión nasal, tos y fiebre moderada.
Diferencias: Al tener unos síntomas muy similares, es normal pensar que tenemos la gripe cuando se trata simplemente de un resfriado. Y es que, aunque sus señales son parecidas, gripe y resfriado son dos enfermedades distintas. A diferencia del resfriado, los síntomas de la gripe aparecen de forma súbita, se prolongan durante más tiempo y suelen ser más intensos.
Primero utiliza medidas de cuidados caseros (como las indicadas con anterioridad) y de todas formas te recomiendo visitar al médico cuando:
No haya mejoría en 5 días. En caso de ancianos, enfermos crónicos. Si sube la fiebre más de 39 grados o se agravan los síntomas.
FALSOS MITOS SOBRE LA GRIPE
La leche con coñac es un buen remedio. El hígado, como todos los órganos de nuestro cuerpo, está trabajando a marchas forzadas para luchar contra los virus. Si tomamos bebidas alcohólicas, lo sobrecargaremos todavía más.
Hay que abrigarse mucho para “sudar” el virus. Si nos abrigamos demasiado, nuestra temperatura corporal aumentará todavía más, circunstancia muy perjudicial cuando se tiene fiebre. Es conveniente vestirse con prendas ligeras, procurar que no haya una temperatura ambiente demasiado elevada y no exponerse a las corrientes de aire.
Los antibióticos resultan eficaces. No hay que olvidar que la gripe, al ser un proceso vírico, no debe tratarse con antibióticos, ya que estos fármacos, además de no resultar eficaces en este caso, pueden dar lugar a resistencias bacterianas.
Todos los años el Ministerio de Salud pone en el mercado vacunas que pretenden garantizar la inmunidad, contra la cepa que se supone será la más común durante el año, pero obviamente, tal vacuna no podrá garantizar la total inmunidad de las múltiples variedades de virus o bacterias que puedan invadir nuestro organismo. Por esta razón existe un interés creciente por todas aquellas plantas que poseen propiedades inmunológicas, activando de forma natural las defensas de nuestro cuerpo, con la finalidad de proteger al organismo de agresiones de agentes externos, reduciendo los efectos nocivos que causa la enfermedad en sus diferentes estados.
Y por ese motivo te recomendamos:
Forever Echinacea Supreme (Cod: 214): Contiene dos tipos de Echinacea (Purpúrea y Angustifolia), la hierba Goldenseal y extracto de semilla de uva para maximizar los beneficios en el organismo, manteniéndolo fuerte frente a las agresiones externas que lo debilitan. Recomendamos descansar 4 semanas después de una ingesta de 8 semanas y combinarlo con Forever Bee Propolis (Cod: 214) que ofrece una manera excelente de auxiliar las defensas naturales del organismo. La cantidad recomendada es de un comprimido diario.
Por otra parte, aunque hay estudios que descartan que la vitamina C ayude a prevenir las dolencias virales, las personas sometidas a estrés, pueden beneficiarse de su consumo y reducir su riesgo tomando dos o tres comprimidos de Absorbent C (Cod: 048) por día.
A-Beta-CarE (Cod: 054): Brinda al cuerpo vitamina A, vitamina E y Selenio para conseguir unas defensas inexpugnables.